Introducción
La
física cuántica, también conocida como mecánica ondulatoria, es la rama de la
física que estudia el comportamiento de la materia cuando las dimensiones de
esta son tan pequeñas, que empiezan a notarse efectos como la imposibilidad de
conocer con exactitud la posición de una partícula, o su energía, o conocer
simultáneamente su posición y velocidad, sin afectar a la propia partícula.
La
física Cuántica comprende la capacidad de interpretar la materia siendo capaz
el individuo de influir en su entorno al
evaluar mediante un proceso inductivo-deductivo las diferentes posibilidades
dependiendo de cada persona (de su memoria, motivación, concentración, actitud
y conducta), que logra modificar su estructura mental y alcanzar un mayor nivel
de diversidad, de complejidad y de integración.
A
tal efecto, se considera la posibilidad de interpretar a los procesos del
conocimiento como campos de energía que, partiendo de
la funcionalidad biológica
de las neuronas,
conforman campos energéticos
que trascienden la materia y se interrelacionan tanto dentro como fuera
de la anatomía del ser humano.
Al
reflexionar sobre la física cuántica en situación de aprendizajes, es
conveniente tomar en consideración la teoría descrita por Goswami (2006), la cual ofrece una visión del mundo que
muestra de una manera clara como la conciencia puede ser y es el fundamento del
ser humano, en otras palabras la física cuántica permite ver directamente que
el mundo puede tener sentido solo si establecemos su base en la conciencia.
Para
la Física Cuántica toda materia es energía y esta no se encuentra en estado
fijo, sino dinámico y en constante vibración; por lo tanto, nuestro cuerpo y
nuestro cerebro son energía en movimiento continuo. De esta manera, ya no
pueden verse las características del órgano cerebral como entidades fijas, sino
como procesos energéticos.
En
el concepto de cognición cuántica, pueden interpretarse los procesos de
adquisición del conocimiento como campos de energía que van más allá de la
estructura física del cerebro, en estos campos los incentivos que llegan,
generan un determinado nivel de caos y luego un cambio sobre las estructuras
previas. El proceso que condiciona la construcción de nodos del conocimiento
está dado por la interacción con el entorno, a través del campo incluyente, el
campo cuántico por tanto conlleva una cualidad emocional
El
cerebro cuántico es dinámico y sus pensamientos se construyen y reconstruyen de
manera sistémica, dando origen a una realidad que subyace en el pensamiento
individual, pues cada colapso implica la transformación y establecimiento de nuevas condiciones iniciales de
entendimiento de lo real. Situación que
se refleja al ser expresados a través de
una lingüística corpórea que permite ser percibido por los demás reconstruyendo de una manera dialéctica y
sistémica la realidad.
Al
llevar estas ideas al campo de la educación, estas permiten entender que la
realidad cotidiana desde la dimensión cuántica,
no responde a cosas reales, sino más bien a miradas de posibilidades de
incontables realidades. Lo real puede ser controlado y gobernado, lo posible
debe ser deseado, inspirado, recreado e interpretado.
Las
conductas humanas se constituyen desde los deseos, las aspiraciones, las
envidias, los enojos, el amor, es decir, desde las emociones y no desde la
razón, el potencial existencial está dentro de nosotros mismos como lo están
los flujos cíclicos de materia y energía generadores de la miríada de
posibilidades que como co-creadores debemos traer a la existencia.
En
tal sentido, el ser humano y su proceso educativo debe ser interpretado como un proceso dinámico, lleno de
incertidumbres pero abierto a los cambios,
lo que contempla la reconstrucción dinámica de los pensamientos y donde
el cerebro cuántico del individuo crea su realidad y la expresa a través del
lenguaje.
Síntesis conceptual
parea construir el informe
En
la noción de cognición cuántica, podemos dilucidar los procesos de ganancia del
conocimiento como campos de energía que van más allá de la estructura física del
cerebro, en estos campos los incentivos que llegan, generan un determinado
nivel de caos y luego un cambio sobre las estructuras previas, se utilizan los
conocimientos de la física cuántica, entre los que son menesteres conceptos
como la teoría del caos, la teoría de la complejidad, los sistemas complejos,
así mismo, la teoría de la sintergia y de los campos mórficos que permitirán
darle una mejor comprensión a la tema en mención.
Entiéndase
como incentivos cada una aquellas características que infunde algún tipo de
sensación en el ser humano, esta sensación suele llevar la estigma de caos,
según Daniel Goleman, podemos decir que los incentivos cotizantes pueden tener
cualidades de miedo, sorpresa, disgusto, ira, felicidad, amor y tristeza.
Hoy
en día los procesos cognitivos son interpretados por diversos modelos, además
plantean una óptica orgánica basada en componentes y estructuras de tipo neurológico;
por el contrario se busca interpretar estos procesos como campos de energía,
estos a su vez tienen su origen en la funcionalidad biológica de las neuronas,
conforman campos energéticos que trascienden la materia y se interrelacionan
tanto dentro como fuera de la anatomía del ser humano.
En
ese mismo orden de ideas, para darle un carácter de entendibilidad al tema
tratado, es necesario tener conocimiento de los siguientes términos:
Teoría del caos.
"Estructuras Disipativas"
Ilya
Prigogine, denomina "Estructuras Disipativas” a aquellas que, alejadas del
equilibrio, desencadenan un caos que requiere la existencia de la Entropía para
adquirir un nuevo estado de equilibrio. La evolución secuencial de éstas,
presenta una atractiva visión de cómo el orden y el desorden, el determinismo y
el azar pueden ser, simplemente, diferentes estados del mismo fenómeno. “La
estructura de un evento cambia radicalmente mediante un "salto" para
configurarse en otra estructura muy distinta: por ejemplo, la nieve posee una
estructura interna fuertemente definida distinta a la a la correspondiente al
estado líquido, sólido como el hielo o gaseoso como el vapor” (Prigogine1983).
El pensamiento Complejo
Para
Edgard Morin, hay tres principios que pueden ayudarnos a pensar la complejidad:
1
– El principio dialógico. Este principio asocia dos términos a la vez
complementarios y antagonistas. Nos permite mantener la dualidad en el seno de
la unidad: orden y desorden; trabajo grupal y trabajo individual.
2
– El principio de recursividad organizacional. Un proceso recursivo es aquel en
el cual los productos y los efectos
son, al mismo tiempo, causas y productores de aquello que los produce. La idea
recursiva rompe con la idea lineal de causa/efecto, de producto/productor, de estructura/superestructura.
Ejemplos: el remolino que es producido y, al mismo tiempo, productor de
turbulencia. Como individuos somos productos de un proceso de reproducción
pero, una vez que somos producidos, nos convertimos en productores de un
proceso que va a continuar. La sociedad es producida por las interacciones de
los individuos, pero la sociedad, una vez producida, retroactúa sobre los
individuos y los produce.
3
– El principio hologramático. En un holograma físico, el menor punto de la
imagen del holograma contiene la casi totalidad de la información del objeto
representado. No solamente la parte está en el todo, sino que el todo está en
la parte. La idea del holograma trasciende el reduccionismo que no ve más que
las partes, y al holismo que no ve más que el todo. El principio hologramático
opera en el mundo biológico y en el sociológico. Ejemplo: cada célula de
nuestro organismo tiene la totalidad de la información genética de ese organismo.
Este principio es la idea formulada por Pascal: “No puedo concebir al todo sin
concebir las partes y no puedo concebir las partes sin concebir al todo”.
Sistemas Complejos
Los
sistemas complejos se caracterizan fundamentalmente porque su comportamiento es
imprevisible. Sin embargo, complejidad no es sinónimo de complicación: este
vocablo hace referencia a algo enmarañado, enredado, de difícil comprensión.
Desde
la mirada de la Cognición Cuántica, el conocimiento se comporta como sistema
complejo. De esta manera, los sistemas complejos tienen la característica de
ser inestables y se mantienen delicadamente equilibrados, lo que implica que una
variación por mínima que se presente entre sus elementos componentes puede
modificar, de forma imprevisible, las interrelaciones y, por lo tanto, el
comportamiento de todo el sistema.
En
ese sentido, el perfeccionamiento de estos sistemas presenta como
característica la intermitencia o fluctuación, entendida como aquellos eventos
y sucesos en que el orden y el desorden se alternan constantemente. Sus etapas de
progreso no acontecen a través de procesos continuos y graduales, por el
contrario, que suceden a través de reorganizaciones y saltos. Cada nuevo estado
es sólo una transición, un período de “reposo entrópico". De esta manera
podemos interpretar la adquisición de nuevos conocimientos.
Teoría Sintérgica:
Los
seres humanos interactuamos con una matriz informacional o campo informacional
que todo lo abarca y envuelve y que contiene en cada una de sus porciones toda
la información. Es una matriz de tipo holográfico, no hay objetos separados
unos de otros, sino que se trata de un extraordinario campo informacional de
enorme complejidad.
Nuestro
cerebro interactúa con ese campo informacional que algunos llaman campo
cuántico. Los físicos actuales hablan de un campo espacial o energía punto cero
y la Teoría Sintérgica de Grinberg (1981) la denomina campo sintérgico.
El
cerebro interactúa con este campo y a partir de esta interacción, como
resultado final del procesamiento cerebral, aparece la realidad perceptual, la
que percibimos tal y como la conocemos, es decir, los objetos, formas, colores
y texturas.
En
concordancia con lo anterior, el
aprendizaje cuántico es la consecuencia de la interrelación del individuo con
el medio y de sus campos energético entre sí, determinada por cambios
energéticos cuali-cuantitativos, generados en el sistema nervioso central;
dando lugar a asociaciones entre los incentivos caotizantes nuevos y los campos
existentes, desencadenando un caos en medio del campo formado por los conceptos
previos, para generar un nuevo campo conceptual, a través de un proceso
entrópico. Esto permite ampliar el horizonte de discernimiento, guiar las
acciones y generar cambios en el medio.
En
ese mismo orden de ideas, el conocimiento mediado por la física cuántica en
situaciones de aprendizajes posee tres grados energéticos que adquieren niveles
de sutileza mayor:
El
primer nivel es el de Conocimiento propiamente dicho, que se forma con los
incentivos caotizantes que provienen del medio, donde se encuentra todo lo que
es posible conocer: el Campo Energético Cognoscible. Desde este campo se
desprenden los incentivos caotizantes.
Estos
incentivos caotizantes se incorporan a campos receptores, ubicados en las
estructuras del hipotálamo, donde son sintonizados por los Campos
Sintonizadores Cualificados según la
cualidad energética que poseen. Así es que existen tantos sintonizadores como
emociones. De allí se conectan a los Campos Procesadores del Conocimiento
ubicados en las capas profundas de la corteza.
El
segundo nivel es el de Sabiduría que se procesa en los estratos profundos de la
corteza y donde van adquiriendo paulatinamente mayor abstracción los
conocimientos, para incorporarse finalmente al tercer nivel de Intuición en un
campo totalizador donde se elabora la Gnosis Ergotímica Cualificada.
En
tal sentido, Gnosis Ergotímica Cualificada, es el conocimiento en su mayor
nivel de abstracción, posee una cualidad emocional y se forma a partir del
contenido y cualidades de los incentivos caotizantes aportados por el medio. El
término “Gnosis Ergotímica Cualificada” refiere al conocimiento (gnosis) en el
nivel de intuición, desplegado en campos energéticos donde se desarrolla el
trabajo (ergo) creativo del individuo y la personalidad emocional (timos) con
una cualidad determinada.
En
correspondencia con lo anterior, las acciones que el ser humano devuelve al
medio las identificamos como Actitudes Modificadoras del Entorno. El término
“Actitud Modificadora del Entorno” refiere a los campos energéticos que el individuo
vuelca al generar acciones con actitudes teñidas por cualidades emocionales y
que generan cambio en su entorno, que luego son percibidos a través del caudal
Incentivador Cognitivo (Lo que doy recibo).
Las
Actitudes Modificadoras del Entorno son las respuestas cualificadas que elabora
el individuo en su interactuar con el medio a través de campos energéticos
actitudinales, generando cambios en las características del CEC. Estas
respuestas están determinadas por la intencionalidad y mediadas por la
voluntad, construyéndose, con cualidades emocionales. Así mismo, entiéndase por
(CEC), como un Campo Energético Cognoscible que corresponde al patrimonio de la
realidad externa, en la que podemos identificar los objetos, incentivos
caotizantes energéticos, componentes culturales.
Conclusión.
El
concepto de Cognición Cuántica nos permite describir el proceso del
conocimiento utilizando los principios de la mecánica cuántica y adjudicarle
cualidades emocionales a estos campos de energía.
En el
concepto de cognición cuántica, pueden interpretarse los procesos de
adquisición del conocimiento como campos de energía que van más allá de la
estructura física del cerebro.
Reconociendo
como válidas estas apreciaciones nos permite elaborar una propuesta holística
en donde se pretende lograr el equilibrio entre los campos de energía entre sí
propios del individuo y los campos del entorno.
La
física Cuántica comprende la capacidad de interpretar la materia siendo capaz
el individuo de influir en su entorno lo
cual dependerá de cada persona, de su memoria, motivación, concentración,
actitud y conducta.
Referencia bibliográfica:
Cardenas
Espinosa, R.D. (2010). La física cuántica y el pensamiento humano, en
Contribuciones a las Ciencias Sociales.
De
la Barrera aria laura y Donoso Danilo. (2009). Neurociencia y su importancia en
los Contextos de Aprendizaje.
Gómez
Cumpa José. (2004). Neurociencia cognitiva y educación.
La
Física Cuántica en situaciones de aprendizajes
Musa
Juan, Morales Verónica y Berbel Elisa. (2011). Cognición Cuántica. El
Aprendizaje Emocional Y La Creatividad Desde La Física Cuántica
Goswami, Amit (2006). The Quantum Activist Workbook.
La
Neurociencia y el hecho educativo y La Física Cuántica en situaciones de aprendizajes.
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