miércoles, 30 de diciembre de 2020

En la Noción de Cognición Cuantica

 

Introducción

La física cuántica, también conocida como mecánica ondulatoria, es la rama de la física que estudia el comportamiento de la materia cuando las dimensiones de esta son tan pequeñas, que empiezan a notarse efectos como la imposibilidad de conocer con exactitud la posición de una partícula, o su energía, o conocer simultáneamente su posición y velocidad, sin afectar a la propia partícula.

La física Cuántica comprende la capacidad de interpretar la materia siendo capaz el individuo  de influir en su entorno al evaluar mediante un proceso inductivo-deductivo las diferentes posibilidades dependiendo de cada persona (de su memoria, motivación, concentración, actitud y conducta), que logra modificar su estructura mental y alcanzar un mayor nivel de diversidad, de complejidad y de integración.

A tal efecto, se considera la posibilidad de interpretar a los procesos del conocimiento como campos de energía que, partiendo  de  la  funcionalidad  biológica  de  las  neuronas,  conforman  campos  energéticos  que trascienden la materia y se interrelacionan tanto dentro como fuera de la anatomía del ser humano.

Al reflexionar sobre la física cuántica en situación de aprendizajes, es conveniente tomar en consideración la teoría descrita por Goswami (2006),  la cual ofrece una visión del mundo que muestra de una manera clara como la conciencia puede ser y es el fundamento del ser humano, en otras palabras la física cuántica permite ver directamente que el mundo puede tener sentido solo si establecemos su base en la conciencia.

Para la Física Cuántica toda materia es energía y esta no se encuentra en estado fijo, sino dinámico y en constante vibración; por lo tanto, nuestro cuerpo y nuestro cerebro son energía en movimiento continuo. De esta manera, ya no pueden verse las características del órgano cerebral como entidades fijas, sino como procesos energéticos.

En el concepto de cognición cuántica, pueden interpretarse los procesos de adquisición del conocimiento como campos de energía que van más allá de la estructura física del cerebro, en estos campos los incentivos que llegan, generan un determinado nivel de caos y luego un cambio sobre las estructuras previas. El proceso que condiciona la construcción de nodos del conocimiento está dado por la interacción con el entorno, a través del campo incluyente, el campo cuántico por tanto conlleva una cualidad emocional

El cerebro cuántico es dinámico y sus pensamientos se construyen y reconstruyen de manera sistémica, dando origen a una realidad que subyace en el pensamiento individual, pues cada colapso implica la transformación y establecimiento  de nuevas condiciones iniciales de entendimiento de lo real.  Situación que se refleja  al ser expresados a través de una lingüística corpórea que permite ser percibido por los demás  reconstruyendo de una manera dialéctica y sistémica la realidad.  

Al llevar estas ideas al campo de la educación, estas permiten entender que la realidad cotidiana desde la dimensión cuántica,  no responde a cosas reales, sino más bien a miradas de posibilidades de incontables realidades. Lo real puede ser controlado y gobernado, lo posible debe ser deseado, inspirado, recreado e interpretado.

Las conductas humanas se constituyen desde los deseos, las aspiraciones, las envidias, los enojos, el amor, es decir, desde las emociones y no desde la razón, el potencial existencial está dentro de nosotros mismos como lo están los flujos cíclicos de materia y energía generadores de la miríada de posibilidades que como co-creadores debemos traer a la existencia.

En tal sentido, el ser humano y su proceso educativo debe ser interpretado  como un proceso dinámico, lleno de incertidumbres pero abierto a los cambios,  lo que contempla la reconstrucción dinámica de los pensamientos y donde el cerebro cuántico del individuo crea su realidad y la expresa a través del lenguaje.

 

Síntesis conceptual parea construir el informe

En la noción de cognición cuántica, podemos dilucidar los procesos de ganancia del conocimiento como campos de energía que van más allá de la estructura física del cerebro, en estos campos los incentivos que llegan, generan un determinado nivel de caos y luego un cambio sobre las estructuras previas, se utilizan los conocimientos de la física cuántica, entre los que son menesteres conceptos como la teoría del caos, la teoría de la complejidad, los sistemas complejos, así mismo, la teoría de la sintergia y de los campos mórficos que permitirán darle una mejor comprensión a la tema en mención.

Entiéndase como incentivos cada una aquellas características que infunde algún tipo de sensación en el ser humano, esta sensación suele llevar la estigma de caos, según Daniel Goleman, podemos decir que los incentivos cotizantes pueden tener cualidades de miedo, sorpresa, disgusto, ira, felicidad, amor y tristeza.

Hoy en día los procesos cognitivos son interpretados por diversos modelos, además plantean una óptica orgánica basada en componentes y estructuras de tipo neurológico; por el contrario se busca interpretar estos procesos como campos de energía, estos a su vez tienen su origen en la funcionalidad biológica de las neuronas, conforman campos energéticos que trascienden la materia y se interrelacionan tanto dentro como fuera de la anatomía del ser humano.

En ese mismo orden de ideas, para darle un carácter de entendibilidad al tema tratado, es necesario tener conocimiento de los siguientes términos:

Teoría del caos. "Estructuras Disipativas"

Ilya Prigogine, denomina "Estructuras Disipativas” a aquellas que, alejadas del equilibrio, desencadenan un caos que requiere la existencia de la Entropía para adquirir un nuevo estado de equilibrio. La evolución secuencial de éstas, presenta una atractiva visión de cómo el orden y el desorden, el determinismo y el azar pueden ser, simplemente, diferentes estados del mismo fenómeno. “La estructura de un evento cambia radicalmente mediante un "salto" para configurarse en otra estructura muy distinta: por ejemplo, la nieve posee una estructura interna fuertemente definida distinta a la a la correspondiente al estado líquido, sólido como el hielo o gaseoso como el vapor” (Prigogine1983).

El pensamiento Complejo

Para Edgard Morin, hay tres principios que pueden ayudarnos a pensar la complejidad:

1 – El principio dialógico. Este principio asocia dos términos a la vez complementarios y antagonistas. Nos permite mantener la dualidad en el seno de la unidad: orden y desorden; trabajo grupal y trabajo individual.

2 – El principio de recursividad organizacional. Un proceso recursivo es aquel en el cual los productos y los efectos son, al mismo tiempo, causas y productores de aquello que los produce. La idea recursiva rompe con la idea lineal de causa/efecto, de producto/productor, de estructura/superestructura. Ejemplos: el remolino que es producido y, al mismo tiempo, productor de turbulencia. Como individuos somos productos de un proceso de reproducción pero, una vez que somos producidos, nos convertimos en productores de un proceso que va a continuar. La sociedad es producida por las interacciones de los individuos, pero la sociedad, una vez producida, retroactúa sobre los individuos y los produce.

3 – El principio hologramático. En un holograma físico, el menor punto de la imagen del holograma contiene la casi totalidad de la información del objeto representado. No solamente la parte está en el todo, sino que el todo está en la parte. La idea del holograma trasciende el reduccionismo que no ve más que las partes, y al holismo que no ve más que el todo. El principio hologramático opera en el mundo biológico y en el sociológico. Ejemplo: cada célula de nuestro organismo tiene la totalidad de la información genética de ese organismo. Este principio es la idea formulada por Pascal: “No puedo concebir al todo sin concebir las partes y no puedo concebir las partes sin concebir al todo”.

Sistemas Complejos

Los sistemas complejos se caracterizan fundamentalmente porque su comportamiento es imprevisible. Sin embargo, complejidad no es sinónimo de complicación: este vocablo hace referencia a algo enmarañado, enredado, de difícil comprensión.

Desde la mirada de la Cognición Cuántica, el conocimiento se comporta como sistema complejo. De esta manera, los sistemas complejos tienen la característica de ser inestables y se mantienen delicadamente equilibrados, lo que implica que una variación por mínima que se presente entre sus elementos componentes puede modificar, de forma imprevisible, las interrelaciones y, por lo tanto, el comportamiento de todo el sistema.

En ese sentido, el perfeccionamiento de estos sistemas presenta como característica la intermitencia o fluctuación, entendida como aquellos eventos y sucesos en que el orden y el desorden se alternan constantemente. Sus etapas de progreso no acontecen a través de procesos continuos y graduales, por el contrario, que suceden a través de reorganizaciones y saltos. Cada nuevo estado es sólo una transición, un período de “reposo entrópico". De esta manera podemos interpretar la adquisición de nuevos conocimientos.

Teoría Sintérgica:

Los seres humanos interactuamos con una matriz informacional o campo informacional que todo lo abarca y envuelve y que contiene en cada una de sus porciones toda la información. Es una matriz de tipo holográfico, no hay objetos separados unos de otros, sino que se trata de un extraordinario campo informacional de enorme complejidad.

Nuestro cerebro interactúa con ese campo informacional que algunos llaman campo cuántico. Los físicos actuales hablan de un campo espacial o energía punto cero y la Teoría Sintérgica de Grinberg (1981) la denomina campo sintérgico.

El cerebro interactúa con este campo y a partir de esta interacción, como resultado final del procesamiento cerebral, aparece la realidad perceptual, la que percibimos tal y como la conocemos, es decir, los objetos, formas, colores y texturas.

En concordancia con lo anterior, el aprendizaje cuántico es la consecuencia de la interrelación del individuo con el medio y de sus campos energético entre sí, determinada por cambios energéticos cuali-cuantitativos, generados en el sistema nervioso central; dando lugar a asociaciones entre los incentivos caotizantes nuevos y los campos existentes, desencadenando un caos en medio del campo formado por los conceptos previos, para generar un nuevo campo conceptual, a través de un proceso entrópico. Esto permite ampliar el horizonte de discernimiento, guiar las acciones y generar cambios en el medio.

En ese mismo orden de ideas, el conocimiento mediado por la física cuántica en situaciones de aprendizajes posee tres grados energéticos que adquieren niveles de sutileza mayor:

El primer nivel es el de Conocimiento propiamente dicho, que se forma con los incentivos caotizantes que provienen del medio, donde se encuentra todo lo que es posible conocer: el Campo Energético Cognoscible. Desde este campo se desprenden los incentivos caotizantes.

Estos incentivos caotizantes se incorporan a campos receptores, ubicados en las estructuras del hipotálamo, donde son sintonizados por los Campos Sintonizadores  Cualificados según la cualidad energética que poseen. Así es que existen tantos sintonizadores como emociones. De allí se conectan a los Campos Procesadores del Conocimiento ubicados en las capas profundas de la corteza.

El segundo nivel es el de Sabiduría que se procesa en los estratos profundos de la corteza y donde van adquiriendo paulatinamente mayor abstracción los conocimientos, para incorporarse finalmente al tercer nivel de Intuición en un campo totalizador donde se elabora la Gnosis Ergotímica Cualificada.

En tal sentido, Gnosis Ergotímica Cualificada, es el conocimiento en su mayor nivel de abstracción, posee una cualidad emocional y se forma a partir del contenido y cualidades de los incentivos caotizantes aportados por el medio. El término “Gnosis Ergotímica Cualificada” refiere al conocimiento (gnosis) en el nivel de intuición, desplegado en campos energéticos donde se desarrolla el trabajo (ergo) creativo del individuo y la personalidad emocional (timos) con una cualidad determinada.

En correspondencia con lo anterior, las acciones que el ser humano devuelve al medio las identificamos como Actitudes Modificadoras del Entorno. El término “Actitud Modificadora del Entorno” refiere a los campos energéticos que el individuo vuelca al generar acciones con actitudes teñidas por cualidades emocionales y que generan cambio en su entorno, que luego son percibidos a través del caudal Incentivador Cognitivo (Lo que doy recibo).

Las Actitudes Modificadoras del Entorno son las respuestas cualificadas que elabora el individuo en su interactuar con el medio a través de campos energéticos actitudinales, generando cambios en las características del CEC. Estas respuestas están determinadas por la intencionalidad y mediadas por la voluntad, construyéndose, con cualidades emocionales. Así mismo, entiéndase por (CEC), como un Campo Energético Cognoscible que corresponde al patrimonio de la realidad externa, en la que podemos identificar los objetos, incentivos caotizantes energéticos, componentes culturales.

 

 

 

 

 

 

Conclusión.

El concepto de Cognición Cuántica nos permite describir el proceso del conocimiento utilizando los principios de la mecánica cuántica y adjudicarle cualidades emocionales a estos campos de energía.

En el concepto de cognición cuántica, pueden interpretarse los procesos de adquisición del conocimiento como campos de energía que van más allá de la estructura física del cerebro.

Reconociendo como válidas estas apreciaciones nos permite elaborar una propuesta holística en donde se pretende lograr el equilibrio entre los campos de energía entre sí propios del individuo y los campos del entorno.

La física Cuántica comprende la capacidad de interpretar la materia siendo capaz el individuo  de influir en su entorno lo cual dependerá de cada persona, de su memoria, motivación, concentración, actitud y conducta.

 

 

 

 

Referencia bibliográfica:

Cardenas Espinosa, R.D. (2010). La física cuántica y el pensamiento humano, en Contribuciones a las Ciencias Sociales.

De la Barrera aria laura y Donoso Danilo. (2009). Neurociencia y su importancia en los Contextos de Aprendizaje.

Gómez Cumpa José. (2004). Neurociencia cognitiva y educación.

La Física Cuántica en situaciones de aprendizajes

Musa Juan, Morales Verónica y Berbel Elisa. (2011). Cognición Cuántica. El Aprendizaje Emocional Y La Creatividad Desde La Física Cuántica

Goswami, Amit (2006). The  Quantum Activist Workbook.

La Neurociencia y el hecho educativo y La Física Cuántica en situaciones de aprendizajes.

          

 

 

 

 

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