La
educación básica como un derecho fundamental
reconocido en la Declaración Universal de Derechos Humanos centra sus
esfuerzos en lograr una educación básica para todos los ciudadanos y todas las
sociedades. En ese sentido, los gobiernos nacionales están comprometidos y
obligados a velar por que se alcancen y
apoyen los objetivos y finalidades de la Educación para Todos.
Si no se
avanza rápidamente hacia la educación para todos, no se lograrán los objetivos
de reducción de la pobreza, adoptados en el plano nacional e internacional, y
se acentuarán aún más las desigualdades entre
países y dentro de una misma sociedad.
Para
el cumplimiento de estas metas no basta con escribir y sentarse a esperar que
algo ocurra de forma espontanea, debemos
ir más allá, se trata de
promover un sólido compromiso político nacional e internacional con la
educación para todos, elaborar planes nacionales de acción y aumentar de manera
considerable la inversión en educación básica.
Para
el cumplimiento de tales metas resulta de vital importancia adoptar inmediatamente,
tanto a nivel nacional como en el plano mundial, una iniciativa encaminada a
elaborar las estrategias y movilizar los recursos que se necesiten para
proporcionar un apoyo eficaz a los esfuerzos que se desplieguen.
Pese a
los continuos esfuerzos de las naciones por avanzar hacia el cumplimiento
de la perspectiva trazada en Jomtien, la
cual facilita una visión amplia y
general de la educación y su papel determinante para preparar a los individuos
y transformar la sociedad, los resultados
aun no son alentadores en lo que respecta
al cumplimiento de estos propósitos.
A
nivel mundial las naciones poco han avanzado en lo que respecta a generalización
del acceso a la educación; insistencia en la igualdad; énfasis en los
resultados del aprendizaje; ampliación de los medios y el alcance de la
educación básica; mejoramiento del entorno educativo; y consolidación de
alianzas.
Por el
contrario e infortunio, la realidad difiere mucho de esa perspectiva: aún se
niega a millones de personas el derecho a la educación y las oportunidades que
ésta brinda de una vida más segura, más sana, más productiva y más
satisfactoria. Lo anterior es el resultado de muchos factores: falta de voluntad
política; insuficiencia de recursos financieros y utilización poco eficaz de
los medios disponibles; peso de la deuda externa; falta de atención a las
necesidades de aprendizaje de los pobres y excluidos; falta de atención a la
calidad de la educación; y falta de voluntad para superar las desigualdades
entre los sexos.
Siendo
todos los anteriores las dificultades más dispendiosas y enormes de superar los
cuales generan grandes distancias y barreras hacia el cumplimiento del logro de
la Educación para Todos. No obstante las buenas intenciones y políticas bien fundamentadas inducen y
motivan hacia la búsqueda de soluciones
para poder vencer estas barreras y acortar distancias hacia el cumplimiento de
la educación para todos.
Para
lograr la equidad y la sostenibilidad se hace primordial poner especial atención a la globalización, es sin
duda alguna una oportunidad, pero al mismo tiempo genera un problema. Es un
proceso que es menester moldear y
gestionar, en ese sentido, a globalización hoy en día está dando inicio
al surgimiento riquezas y originando una mayor interconexión e interdependencia
de las economías y las sociedades, se encuentra estimulada por surgimiento de tecnologías de la información y la mayor
movilidad de los capitales, puede contribuir a reducir la pobreza y las
desigualdades en el mundo y a poner las nuevas tecnologías al servicio de la
educación básica. Conlleva, sin embargo, el peligro de crear un mercado del
saber que excluya a los pobres y desfavorecidos.
Los
países y hogares que no tengan acceso a la educación básica en una economía
mundial basada cada vez más en el conocimiento se verán confrontados a la
perspectiva de una mayor marginalización en una economía internacional cada vez
más próspera.
Una
educación de calidad ha de estar al pendiente de las necesidades básicas de aprendizaje y
enriquecer la existencia del educando y su experiencia general de la vida, constituye
el centro de la educación y lo que tiene lugar en el aula y otros entornos de
aprendizaje es de importancia fundamental para el bienestar de los niños,
jóvenes y adultos en el futuro.
En ese
sentido, si se quiere encantar y atraer a los niños a la escuela, retenerlos en
ella y lograr que obtengan resultados satisfactorios, se deberán diseñar actividades para mejorar la calidad de la
educación, así mismo, tener en cuenta de al momento de ampliar los sistemas educativos,
conceder la debida atención a mejorar la calidad de ciertos aspectos como la
formación de docentes y la preparación de material didáctico, de igual manera, a la hora de la trasposición
didáctica velar para que esta sea efectiva y evitar que los docentes caigan en
la enseñanza de conocimientos y competencias, además de definir de forma
explícita lo que deben aprender y como
se deben de evaluar los niños y niñas
durante el acto educativo.
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